viernes, 8 de abril de 2011

Música en los campanarios



Bailo cuando la niebla ocupa los contornos de los puentes,


en el mismo momento en que un barco me transporta al otro lado del río.


Con el corazón en danza fabrico recuerdos de albaricoque.


Me dejo llevar hacia la música de los campanarios.


E.S.Martí.


A punto de marcharme a París os dejo este pequeño poema y os invito a leer Iluminaciones de Arthur Rimbaud, uno de mis poetas favoritos. Espero que os guste. Os contaré a la vuelta. Un abrazo.


“J'ai tendu des cordes de clocher à clocher ; des guirlandes de fenêtre à fenêtre ; des chaînes d'or d'étoile à étoile, et je danse”.


“He tendido cuerdas de campanario a campanario; guirnaldas de ventana a ventana; cadenas de oro de estrella a estrella, y bailo”.


Rimbaud (Charleville, 20 de octubre de 1854 – Marsella, 10 de noviembre de 1891) fue uno de los más grandes poetas franceses, adscrito unas veces al movimiento simbolista, junto a Mallarmé, y otras al decadentista, junto a Verlaine. Escribió sus primeros versos cuando apenas contaba con quince años y dejó para siempre la literatura a la prematura edad de veinte. Para él, el poeta debía de hacerse "vidente" por medio de un "largo, inmenso y racional desarreglo de todos los sentidos".


Las Iluminaciones es una colección de poemas en prosa aparecida parcialmente en la revista literaria parisina La Vogue entre mayo y junio de 1886. El texto fue reimpreso en forma de libro en octubre de 1886 bajo el título Les Iluminations propuesto por el poeta Paul Verlaine, antiguo amigo y amante de Rimbaud.


En el prefacio, Verlaine explicó que el título venía de la palabra inglesa iluminations, que era el subtítulo que Rimbaud había elegido para el libro. Verlaine fechó la composición del mismo entre 1873 y 1875.1 Rimbaud escribió la mayoría de poemas de Las Iluminaciones durante su estadía en Inglaterra con Verlaine. La escritura de los textos siguió durante las peregrinaciones de Rimbaud en 1873 desde Londres, donde esperaba hallar tranquilidad para escribir, a Charleville y Stuttgart en 1875.


En gran parte debido a las circunstancias en que se publicaron los poemas de Las Iluminaciones, no hay un consenso sobre el orden en que Rimbaud quería que aparecieran los poemas. No obstante, los editores siguen algunas convenciones respecto al orden. Por ejemplo, casi invariablemente todas las publicaciones de Las Iluminaciones empiezan con el poema Después del diluvio. Y a pesar de esta gran controversia, varios expertos señalan que el orden en que vayan los poemas es irrelevante.


La colección consta casi exclusivamente de poemas en prosa, siendo las únicas excepciones Marina y Movimiento, que están en verso libre. Estos dos poemas son sorprendentes no sólo por ser las únicas excepciones en Las Iluminaciones, sino por ser también los primeros poemas en verso libre escritos en lengua francesa. Entre los géneros de prosa poética y verso libre, los poemas de Las Iluminaciones poseen grandes distintivos.


Aunque influenciados por los poemas en prosa de El Spleen de París de Charles Baudelaire, las prosas de Rimbaud difieren grandemente con las de Baudelaire porque no poseen elementos prosaicos como narración de eventos o trancisiones. Debido a estas diferencias, los poemas en prosa de Rimbaud son más profundos y poéticos que los de Baudelaire. Estas diferencias también contribuyeron al carácter surrealista de Las Iluminaciones.


Aunque Rimbaud fue anterior al movimiento surrealista, se dijo que él escribió los primeros textos de este tipo debido a las alucinaciones, y a los aspectos ensoñadores de sus poemas. Otro aspecto del estilo de Rimbaud, que también contribuyó al carácter visionario de sus poemas, es el uso de palabras por su poder evocativo más que por su significado literal. Y además de estos aspectos estilísticos, Las Iluminaciones poseen una gran variedad de imágenes sensoriales. Debido a que los poemas de esta colección son tan diversos y con tanto contenido propio, cubren una gran variedad de temas. Un tema evidente a lo largo del texto es la protesta. Esto a aparece desde el primer poema, Después del diluvio, y continúa en varios poemas del texto. En Las Iluminaciones, Rimbaud parece protestar de casi todo lo que la sociedad actual ofrece.


Otro tema recurrente es el ambiente citadino, notoriamente en el poema Ciudad. Este tema está presente prominentemente en al menos seis poemas de Las iluminaciones, y aparece esbozado en muchos otros.


Otros temas incluyen la angustia, el éxtasis, la metamorfosis, la naturaleza, los viajes, la creación y la destrucción.


16 comentarios:

VerboRhea dijo...

Qué sabrosa esa sinestesia de recuerdos de albaricoques :))

¿Otra vez a París, eh? Me trajiste recuerdos de fresas...¡qué tiempos aquellos! A mí me encantó pasear por los Campos Elíseos a las siete de la tarde, observar el Sena y las estupendas vistas de la Torre :)), pero no sé nada de francés, aunque llevaba muy buenos intérpretes, eso sí.

Sé que disfrutarás y disfrutarán del viaje. Besos.

P.D.: Me apunto el libro.

TORO SALVAJE dijo...

Que lo pases muy bien.
Fabrica muchos recuerdos de albaricoque.

Besos.

Javier dijo...

Feliz viaje a París.

Saludos.

El Drac dijo...

Ojalá traigas fotos de tu estadia y me quedo leyendo este poema de Martí, el gran revolucionario. Un abrazo

Cerynise dijo...

Es precioso !Feliz viaje a Paris.

Besos.

Katy dijo...

Nada más leer tus versos me vino la imagén de Paris. Curioso.
Que tengas un buen viaje y disfruta de esta primavera parisina.
Bisous

Carmen Cabeza dijo...

Disfruta mucho por París, la ciudad a la que siempre se vuelve. Casualidad: ayer estuve leyendo las últimas cartas de Rimbaud, las que escribió cuando trabajaba en Africa y otras que precedieron a su muerte, meses después de haberle sido amputada una pierna cuando tenía treinta y pocos años. Creo, como tú, que fue uno de los precursores del surrealismo...
Buen viaje a París, y hasta la vuelta.
Besos

Candi dijo...

Buena recomendación. Procuraré leer lo que pueda.
Que tu viaje resulte tan bueno o mejor que el de las otras veces.
Bises a Léo.
Un abrazo y hasta pronto

beker dijo...

Que suerte... Te deseo lo mejor

Abrazos

Andres Rueda dijo...

PARIS...CIUDAD SOÑADA POR MI..

ABRAZOS
aNDRES

mariarosa dijo...

Buen viaje y feliz estadía. Trae muchos poemas de esos que tu sabes regalarnos.

Un beso.

mariarosa

Lucía dijo...

Me apunto el libro, y le pongo sabor de albaricoque a mis recuerdos:)

Espero que tu viaje sea, o esté siendo, muy agradable. Trae la maleta del corazón repleta de momentos inolvidables.

Besos enormes. Nos vemos, si Dios quiere,allá por el 25.

Berna dijo...

No he podido ir a los encuentros poéticos que se te dedicaron, me hubiera gustado mucho, creo que tus últimos poemas tienen mas fuerza y los disfruto. Me apunto el libro. Un beso.
Berna

Mª Jesús So dijo...

Albaricoques en almíbar y París!

Oh la la!

Nos vemso a la vuelat.

Besos!

Paloma Corrales dijo...

Déjate llevar y baila París...

Un besazo.

Emilio Muñoz dijo...

Ilusión la de viajar a a París y caer en brazos de sueños conocidos o insospechados. Soñar... Soñar... Soñar... Y hacer de los sueños nuestra más bella realidad. Eso es vivir: no dejarse llevar, sino anclar la vida a los sueños para hacerlos realidad.

Bello poema, Esmeralda, que disfruto como todo lo que escribes. Pero hoy disfruto aún más esa algarabía, esa excitación y esa impaciencia que ha quedado impresa en este post.

Y en ella mi alegría y mi compañía.

Un gran abrazo y todo mi cariño.