miércoles, 28 de enero de 2009

Mis poetas favoritos



Aleixandre fue un gran descubrimiento en mi sensibilidad poética. Llegó en la adolescencia, de manos de un amigo. Lo adopté, casi como libro de cabecera. En cualquier situación, en cualquier momento estaba allí, dando respuesta a mis estados de ánimo. Siempre me cobijé en sus palabras hondas; siempre me perdí en su universo creativo. Voy a iros poniendo mis poemas favoritos para que podáis gozar de ellos como yo los he gozado y sigo gozando. Disfrutad de este amor oceánico y total, universal y transcendente, que abarca luces y sombras, noches, madrugadas y atardeceres, agua, viento, fuego, luz... Amor más allá del tiempo y de los astros.



SE QUERÍAN

Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente sólo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.