viernes, 15 de enero de 2010

VIVIR EN HAITI

Vivir en Haití,
en la desolación del griterío,
entre el desastre de las ruinas,
sepultada la pobreza
de los más desesperados...

Vivir en Haití,
junto a playas manchadas de amargura,
en las calles en sombra de Puerto Príncipe.

Vivir al costado de ambulancias y soldados...

Vivir en Haití,
agolpados en la desesperanza,
removiendo escombros del hotel Montana...

Vivir solos en Haití,
laberinto del dolor,
a espaldas de la muerte
que todo lo destroza.

Que la tierra está enfadada con los soles...
En Haití.

9 comentarios:

Candi dijo...

Bonito homenaje a Haití.
Me sumo a esa solidaridad y pena por todo lo ancontecido.
Tu poema rezuma tristeza y pena.
Pero Haití tiene que renacer de sus cenizas.
Un beso grande.

KUBAN dijo...

Vivir en Haití hoy es una pesadilla. Un abrazo.

Eléonore Geandel-Fernandez dijo...

Cette photo, comme tant d'autres qui circulent, est cauchemardesque. Nous sommes décontenancés devant tant de souffrance et ne savons que faire. Prier pour certains, donner de l'argent pour d'autres ou les deux pour la plupart. Mais rien ne sera jamais suffisant pour aider ce peuple déjà si traumatisé. C'est atroce.

beker dijo...

Acabo de ver el especial de informe semanal sobre Haiti; un profundo dolor... Abrazos

Sólo noejwjwu dijo...

Es una gran pena la situación que viven nuestros hermanos haitianos, ay que ayudar en todo lo que podamos ya sea con cosas materiales o con plegarias.


Un saludo.

Jose Antonio dijo...

Vivir y morir en Haití.

Cúmulo de desgracias que han desatado el mayor terremoto conocido por el hombre, el terremoto de la Solidaridad.

Un abrazo.

Emilio Muñoz dijo...

El tuyo es un bello ejemplo de sensibilidad, de empatía, de solidaridad... Todas esas cosas que hacen de este mundo un lugar mejor, que nos hacen mantener la esperanza...

Bello...

Un gran abrazo, amiga.

E. Martí dijo...

Gracias,amigos míos, Candi, Kuban, Saje, Beker, Senovilla, Léo, Emilio... solidarios todos con la enorme tragedia que nos oprime el corazón.
Abrazos sinceros

VerboRhea dijo...

Vivir en Haití...una pesadilla de la que se tardará en despertar.

Tus versos nombran muy bien la cruda realidad que se está viviendo.

Un beso, Esmeralda.