
La misma ventana,
El mismo decorado inmóvil:
Esos chopos apuntando recto a un cielo inalcanzable;
Esas casas esparcidas en lo alto de la loma que impide ver el horizonte incierto;
Esa hierba casi siempre recia, verde, húmeda
Sirviendo de colcha o cobertor a la esponjosa tierra;
Esas aulas silenciosas,
Ese río escondido en el hueco del meandro silencioso.
...
La misma hora, las mismas caras,
El mismo alarido del perro solitario,
La sirena de la una,
La misma luz de la mañana...
...
Pero no la misma lluvia,
No esa lluvia que daña, empapa, enfría, adormece
O entristece el letargo otoñal de este noviembre (diecinueve);
No esa lluvia que conmueve, vence, rasga el dolor y lo convierte en sangre;
No esa lluvia de aristas y mordiscos,
De punzones de glaciar o de magma efervescente.
Hoy la lluvia es diferente.
Esta lluvia de hoy lava los tejados, lava los colores,
Lava la ondulada ascensión de la hiedra en el ladrillo.
Hoy es lluvia que abraza, hermana, unifica pensamientos.
Es tu cara hoy,
Tu cara mojada,
Tu cara sobre los chopos, sobre las casas,
Sobre la hierba, sobre las aulas,
Llegando a mí desde la nube mayúscula,
Desde el horizonte incierto,
Invencible frontera del espacio que abarca todo lo vencido.
El mismo decorado inmóvil:
Esos chopos apuntando recto a un cielo inalcanzable;
Esas casas esparcidas en lo alto de la loma que impide ver el horizonte incierto;
Esa hierba casi siempre recia, verde, húmeda
Sirviendo de colcha o cobertor a la esponjosa tierra;
Esas aulas silenciosas,
Ese río escondido en el hueco del meandro silencioso.
...
La misma hora, las mismas caras,
El mismo alarido del perro solitario,
La sirena de la una,
La misma luz de la mañana...
...
Pero no la misma lluvia,
No esa lluvia que daña, empapa, enfría, adormece
O entristece el letargo otoñal de este noviembre (diecinueve);
No esa lluvia que conmueve, vence, rasga el dolor y lo convierte en sangre;
No esa lluvia de aristas y mordiscos,
De punzones de glaciar o de magma efervescente.
Hoy la lluvia es diferente.
Esta lluvia de hoy lava los tejados, lava los colores,
Lava la ondulada ascensión de la hiedra en el ladrillo.
Hoy es lluvia que abraza, hermana, unifica pensamientos.
Es tu cara hoy,
Tu cara mojada,
Tu cara sobre los chopos, sobre las casas,
Sobre la hierba, sobre las aulas,
Llegando a mí desde la nube mayúscula,
Desde el horizonte incierto,
Invencible frontera del espacio que abarca todo lo vencido.
9 comentarios:
"Hoy es lluvia que hermana, unifica pensamientos"
Qué metáfora o personificación tan magnifica, ojalá y se pudiera hacer realidad y nuestras húmedas cabezas fueran más permisivas entre si...reinaría la paz!
Si siempre lloviese como lo haces tú, viviríamos felizmente encharcados :)
Así que ya te va lloviendo, eh?
Bienvenida al club!
Esmeralda, la lluvia también acaricia y unifica, pero para bien
No todas las veces arrasa:)
Me ha gustado mucho el poema.
un beso.
Me quedo y te llevo ¿ vale?.
La lluvia limpia,
refresca,
y hace florecer.
Conoces un Blog que se llama Llueveme?
Lluevete!
(Me había quedado con ganas de decirlo)
Amiga, he viajado por los mares para visitarte.Gracias amiga por llegarte hasta mi blog y dejar en el mi huella
Te dejo un regalito
Lydia
Viajar,
a travès de los sueños
acortando distancias
para entregarte en mano
el milagro de la amistad.....
Lydia Raquel Pistagnesi
Hola Esmeralda, gracias por tús comentarios, sigo varios blogs de poesía, así que agregué el tuyo a mi lista para que quienes me visitan puedan acceder al tuyo.. Un saludo, feliz por este encuentro
Lluvia que purifica, que apacigua desde su calma, que equilibra los desniveles, que unifica, que da vida... muy lindo, un abrazo
"La lluvia en Sevilla es una pura maravilla" ¿os acordais...?
Como dice el amigo beker, la lluvia purifica... y da vida.
Un abrazo
Jesús
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