
Arena tú,
sedimento que dejan las gaviotas
cuando salen de sus húmedas vertientes.
Mar de fondo eras a las doce
pero nada recupera el pulso de los cirios.
Desde la orilla,
te empuja una carabela imaginaria
a un viaje de ida y vuelta.
Arena tú,
que te dejas seducir por la corriente
si te pisan mil dedos y mil sueños.
Tú, que cedes a la prisa,
a la tortura de la balsa sin timón
y a la deriva.
sedimento que dejan las gaviotas
cuando salen de sus húmedas vertientes.
Mar de fondo eras a las doce
pero nada recupera el pulso de los cirios.
Desde la orilla,
te empuja una carabela imaginaria
a un viaje de ida y vuelta.
Arena tú,
que te dejas seducir por la corriente
si te pisan mil dedos y mil sueños.
Tú, que cedes a la prisa,
a la tortura de la balsa sin timón
y a la deriva.