jueves, 24 de marzo de 2011

DE AZUCENA


Foto: foroantiguo.infojardin.com

Las cinco.
Nada duele ahora.

Los peces voladores
han ganado las apuestas.

Sobre la silueta del chopo
dejan besos de azucena.
A cada hora, un beso de azucena.
A las nueve, más besos de azucena.
Y se queda el aire
prendido de azul y de azucena
para siempre.


A las cinco
todo es mar y cielo aquí.
Nada dolerá más tarde.
Nos bendice
el paso de los peces voladores.

Lo confirmo:
a las cinco existen, en mi cielo,
los milagros
(y otras cosas)